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La Oración en el Islam

El profeta Hud (Que la paz sea con él)

El profeta Hud (Que la paz sea con él)

Uno de los primeros profetas que fue mandado después de sayyedina Nuh fue sayyedinah Hud, la paz sea con él. Fue mandado a la gente de A’ad- de quien se dice que fue el bisnieto de Sham, uno de los hijos de sayyedina Nuh- él vivió en el sur de Arabía, en la región que se conoce como ar-Rub al-Khali, la Región Vacía, fue mandado porque la gente se habían vuelto adoradores de ídolos.

 “Y a los Ad, a su hermano Hud que les dijo: ¡Gente mía! ¡Adorad a Allah! Fuera de Él no tenéis otro dios. ¿No os guardaréis? Dijeron los ricos y principales de su gente, que no creían: Te vemos en una insensatez y te tenemos por uno de los mentirosos. Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí ninguna insensatez, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos.

Os hago llegar los mensajes de mi Señor y soy un consejero digno de confianza para vosotros. ¿Os sorprende que os haya llegado un recuerdo de vuestro Señor a través de uno de vosotros para advertirlos? Recordar cuando os hizo sucesores de las gentes de Nuh y os dio una complexión y una fuerza superiores. Recordar los dones de Allah para que así podáis tener éxito.

Dijeron: ¿Has venido a nosotros para que adoremos únicamente a Allah y abandonemos lo que nuestros padres adoraban? Tráenos lo que nos has prometido si eres de los veraces. Dijo: Un castigo vergonzoso y la ira de vuestro Señor han de caer sobre vosotros. ¿Váis a contradecirme, con argumentos a favor de unos nombres que vosotros y vuestros padres habéis asignado, y con los que Allah no ha hecho descender ningún poder? Esperad entonces, que yo también espero.

Y lo salvamos junto a los que con él estaban, por una misericordia Nuestra, exterminado a los que habían negado la verdad de Nuestros signos y no eran creyentes”. (7.65-70).

Es claro de la siguiente referencia en Surat al-Fajr de su principal ciudad, Imran. Que la gente de A’ad tenía una cultura que era muy desarrollada y sus habilidades de arquitectura eran más altas que todas las demás gentes de su tiempo: “¿No has visto lo que hizo tu Señor con los Ad? Imran la de las columnas como lo que no se creó otra igual en todo el país”. (89.6-8).

También es claro en los siguientes ayat de surat ash-Shu’ara que eran ricos, poderosos, e injustos: “Los Ad negaron a los enviados cuando su hermano Hud les dijo: ¿No váis a temer? Yo soy para vosotros un mensajero fiel. Así pues temed a Allah y obedecedme. No os pido por ello ningún pago, mi recompensa sólo incumbe al Señor de los mundos.

¿Cómo es que edificáis señales en los lugares elevados de cada camino por capricho? ¿Y os construís fortalezas como si fuerais a ser inmortales? ¿Y cuando atacáis, os comportáis como tiranos? ¡Temed a Allah y obedecedme!

¡Temed a Aquel que os ha agraciado con lo que no sabéis! Os ha agraciado con ganado e hijos, jardines y manantiales. De verdad que temo para vosotros el castigo de un día grave.

Dijeron: Nos da igual que nos exhortes o que te quedes sin exhortarnos. Esto no es sino la manera de ser de los antiguos. Y no vamos a ser castigados. Negaron la verdad que traía y los destruimos, es verdad que en eso hay un signo. La mayoría de ellos no eran creyentes. Realmente tu señor es el Irresistible, el Compasivo”. (26.123-140).

Y también: “Y a los Ad, su hermano Hud que dijo: ¡Gente mía! A dorad a Allah, no tenéis otro dios que Él; y si no, es que sóis mentirosos. ¡Gente mía! No os pido ningún pago a cambio, mi recompensa sólo incumbe a Aquel que me creó. ¿Es que no váis a razonar? ¡Gente mía! Pedid perdón a vuestro Señor y dirigíos a Él; enviará el cielo sobre vosotros con abundantes lluvias y añadirá fuerza a vuestra fuerza. No os apartéis como los que hacen el mal.

Dijeron: ¡Hud! No nos has traído ninguna prueba clara y no vamos a abandonar a nuestros dioses por lo que tú digas, ni te creemos. Lo que decimos es que alguno de nuestros dioses te ha trastornado. Dijo: Pongo a Allah como testigo y sedlo vosotros, de que soy inocente de lo que asociáis aparte de Él; así pues tramad contra mí todos sin más espera.

Verdaderamente yo me apoyo en Allah, mi Señor y el vuestro. No hay ninguna criatura que él tenga asida del mechón de su frente (es decir, no hay criatura cuyo destino no éste en Sus manos); es cierto que mi Señor actúa según un camino recto. Y si os apartáis... Yo os he transmitido aquello con lo que fui enviado a vosotros. Mi Señor os sustituirá por otra gente y no Le perjudicaréis en nada. Es verdad que mi Señor es Protector de todas las cosas.

Cuando Nuestra orden llegó, salvamos a Hud y a quienes junto a él habían creído gracias a una misericordia que vino de Nosotros y los libramos de un severo castigo”. (11.50-58).

Así como fueron destruidos la gente de Nuh por el agua, la gente de Aád fueron destruidos por el aire — un viento tremendo: “Y recuerda al hermano de los Ad, cuando advirtió a su gente en las dunas. Antes de él ya habían venido advertidores, como lo harían después: No adoréis sino a Allah, temo por vosotros el castigo de un día grave. Dijeron: ¡Has venido a nosotros para apartarnos de nuestros dioses? Tráenos aquello con lo que nos amenazas si eres de los que dicen la verdad.

Dijo: Realmente el conocimiento sólo está junto a Allah, yo no hago sino haceros llegar aquello con lo que he sido enviado; sin embargo os veo gente ignorante. Y cuando lo vieron como una nube frente a sus valles, dijeron: Esta es la nube que nos trae lluvia. Pero no, es aquello cuya venida estabais urgiendo: Un viento que encierra un doloroso castigo.

Lo arrasó todo por mandato de su Señor; y amanecieron, y sólo podían verse sus moradas. Así es como recompensamos a la gente que hace el mal. Les habíamos dado una posición que no os hemos dado a vosotros y les habíamos dado oído, vista y corazón; pero ni su oído, ni su vista ni su corazón les sirvieron de nada cuando negaron los signos de Allah, y aquello de lo que se habían burlado los rodeó.

Y es cierto que hemos destruido las ciudades de vuestro alrededor y hemos explicado repetidamente los signos para que pudieran volverse atrás. Pero, ¿por qué no les auxiliaron ésos que ellos habían tomado como objeto de adoración y dioses, fuera de Allah? Ni siquiera pudieron encontrarlos. Y así fue su mentira y lo que habían inventado”. (46.21-28).

Y también: “Los Ad fueron soberbios en la tierra sin razón, dijeron: ¿Quién tiene más poderío que nosotros? ¿Es que no veían que Allah, que los había creado, tenía más fuerza y poder que ellos? Negaron sistemáticamente Nuestros signos.

Entonces enviamos contra ellos un viento gélido a lo largo de días fatales para que probaran así el castigo de la humillación en esta vida. Sin embargo el castigo de la Última será más humillante y nadie los auxiliará”. (41.15-16).

Y también: “Y (la señal) los Ad, cuando mandamos contra ellos el viento aciago. Nada de lo que alcanzó quedó sin estar marchito”. (51.41-42).

Y también: “Negaron la verdad los Ad y cómo fueron Mi castigo y Mi advertencia. Enviamos contra ellos un viento helado en un día nefasto y sin fin. Se llevaba a los hombres como palmeras arrancadas de cuajo. ¡Y cómo fueron Mi castigo y Mi advertencia! ” (54.18-21). 

Y también: “Y los Ad fueron destruidos por un viento gélido y tempestuoso. Lo hizo soplar contra ellos siete noches y ocho días consecutivos, durante los cuales veías a la gente caída como troncos huecos de palmera. ¿Y ves que haya quedado algo de ellos? ” (69.5 -7).

Es interesante el notar que durante este siglo las ruinas de Iram han sido descubiertas de nuevo debajo de las arenas del desierto. Conforme el patrón de los cimientos, es claro que en su tiempo debe de haber tenido columnas, y que lo hábito gente con dones y prosperidad. Hoy, no queda nada más. El mensaje es claro - la gente de A’ad rechazó a Allah y se opusieron a Su mensajero y fueron completamente destruidos.

“Esos son los Ad; negaron los signos de su Señor y desobedecieron a sus mensajeros siguiendo el mandato de todo soberbio y contumaz. En este mundo los siguió una maldición y así será en el Día del Levantamiento. ¿Acaso no renegaron los Ad de su Señor? ¡Fuera con los Ad, la gente de Hud! ” (11:58-60).

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